La cuarentena de la reinvención

Fotografía de German Delgado.

Reinventarnos es un acto de fe, de creer en uno mismo, en nuestras habilidades, en nuestras virtudes, pero sin dejar atrás nuestras desventajas. Siempre he pensado que para saber todo lo que puedes dar, debes conocer tus limitaciones y sacarles provecho. Saber que podemos hacer bien y que no, nos ayuda a entender que somos humanos y que por más que queramos, todo, absolutamente todo, no nos puede salir bien. No somos perfectos, no somos máquinas. Estamos hechos de carne, huesos y errores.

En este tiempo a solas, donde las cuatro paredes que llamamos hogar se convirtieron en escuelas, gimnasios, monasterios de meditación y hasta en sets de Master Chef; nos dimos cuenta que era hora de hacer lo que nos diera la gana. Ya no existían las excusas, ya no existía el “no tengo tiempo”, ya no habían más pretextos para autosabotiarnos. Era el momento perfecto para hacer esa receta que llevas guardada en Pinterest por semanas o llamar a tus padres más a menudo.

Si el tiempo lo tenemos, ¿qué falta en tu ecuación? ¿Ganas? ¿Necesitas más ganas de vivir? ¿Necesitas más ganas para ir por ello?

Justo cuando faltan las ganas, cuando no queremos levantarnos, cuando la cama nos abraza cómodamente y sencillamente queremos dejar todo para después; entra la disciplina para recordarnos que debemos cumplir.

No tenemos toda la vida, eso es falso. El tiempo es eterno, pero no para nosotros. Debemos tomar las riendas de la vida e ir por lo que queremos conseguir. Ser realistas, entender que el puesto de CEO o editor en jefe no lo conseguirás de la noche a la mañana. Entender que ese viaje a Bali no se pagará solo, que la felicidad no es algo que podemos construir de la noche a la mañana.

Tenemos que dejar de tenerle miedo a la palabra 'reinvención', dejar de reírnos de las personas que la usan, dejar de pensar que eso no es conmigo. Créeme, no eres la misma persona que entró en la cuarentena. No eres la misma de hace meses, no eres la misma de hace un año y está bien. Debemos evolucionar. Aprender que podemos mejorar e ir por ello.

Esta cuarentena tumbó mis paredes y me mostró todas las habilidades que tenía pero daba por sentado. Esta cuarentena me forzó a levantarme frente al espejo y ver esas desventajas que escondía con el día a día. Esta cuarentena me enseñó a reinventarme, sin miedo.

Porque cuando hacemos lo que amamos, nada puede salir mal.

Por Ostwald Guillén

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