Primeras imágenes de ‘Amenaza en el aire’, la nueva película de Mel Gibson, protagonizado por Mark Wahlberg.

Fotografía de Diamond Films.

Después de ocho años de ausencia en la dirección, el dos veces ganador del Oscar® Mel Gibson vuelve con fuerza al cine con "Amenaza en el Aire" (Flight Risk), un thriller claustrofóbico que promete mantener a los espectadores al borde de sus asientos. La película, que llegará a los cines españoles el próximo 31 de octubre, marca el retorno de Gibson tras éxitos como "Braveheart" y "Hasta el último hombre", consolidando su reputación como un maestro del suspense y la acción.

La trama de "Amenaza en el Aire" se centra en un vuelo lleno de tensión sobre los cielos de Alaska. Protagonizada por Mark Wahlberg, dos veces nominado al Oscar® por su trabajo en "Ted" e "Infiltrados", interpreta a un piloto de avioneta enfrentado a una situación extrema. A su lado, Michelle Dockery, cuatro veces nominada al Emmy® por su papel en "Downton Abbey", encarna a una teniente general encargada de escoltar a un testigo protegido, interpretado por el ganador del Emmy® Topher Grace, conocido por "Spider-Man 3" y "Traffic".

Escrita por Jared Rosenberg, esta película está llena de giros inesperados y momentos impactantes que garantizarán una dosis constante de adrenalina. "Amenaza en el Aire" no solo se adentra en la lucha por la supervivencia en un entorno hostil, sino que también explora las complejidades de los personajes y sus decisiones bajo presión extrema. Con la dirección magistral de Mel Gibson y un elenco estelar, este thriller promete ser uno de los imperdibles del año, asegurando una experiencia cinematográfica intensa y emocionante para todos los amantes del buen cine.

 

Sinopsis

En este claustrofóbico thriller, un piloto (Mark Wahlberg) transporta en su avioneta a una teniente general (Michelle Dockery) que custodia a un testigo (Topher Grace) que va a testificar en un juicio contra la mafia. A medida que atraviesan las montañas de Alaska, las tensiones se disparan, ya que no todo el mundo a bordo es quien parece ser. Y a 3000 metros de altura no hay escapatoria posible.

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