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| Fotografía de Magazines Virtual. |
¿Cómo ha sido tu experiencia al interpretar el papel principal en 'Matria'?
La verdad fue una experiencia muy positiva, porque fue un equipo que fue como una familia, comenzando por el director. La historia está basada en una historia real, en un personaje que es la cuidadora del abuelo del director y fue la primera mujer que me presentó, Francisca Iglesias fue como mi coach, me adoptó, me llevó de la mano y me contó muchísimas cosas que fueron claves para construir el personaje. De ahí fue una inmersión en el mundo de todas estas mujeres que represento en la película, de las trabajadoras de la fábrica y de un montón de mujeres de la zona y que se convirtieron en amigas.
¿Cuál consideras que fue el mayor desafío de este papel?
Dos de los desafíos más grandes, fue lingüísticamente, ya que habla de una manera que no es el que hablo yo habitualmente, no es el gallego que se usa en mi zona, entonces fue un trabajo de inmersión durante tres meses en la zona y yo estar hablando así todo el rato para poder improvisar con la lengua y después el personaje que es muy para afuera todo el rato y para mí era un reto, porque al final en la vida uno es más comedido y más políticamente correctos, era algo que me costaba y que yo también trate durante todo el proceso de estar ahí con mas fuerza. Intentando no perderla.
Ramona es fuerte y frágil a la vez. ¿Cómo fue el proceso de preparación para este complejo personaje?
Sí, pero fue un proceso progresivo, ya que Álvaro me dio la oportunidad de trabajar mucho con el personaje un año antes, así que tuve la oportunidad de ir construyendo con calma el personaje y le estaré eternamente agradecida porque no es algo que es habitual. Cuando yo comencé el proceso, me faltaba muchísimo camino por recorrer y él confió en que teníamos el tiempo para que yo llegara a conseguirlo.
El tono realista de la película aborda temas actuales y recurrentes. ¿Sentiste responsabilidad al interpretarlo? ¿Cómo le has dado esa autenticidad?
Sentí mucha responsabilidad porque yo quería representar bien a tantas mujeres que luchan y luchan por dignificar sus vidas y sus trabajos, y son personajes que culturalmente están invisibilizados en las pantallas. Entonces para mí era importante representarlas con la misma dignidad con las que ellas dignifican sus vidas, pero bueno, yo creo que como había mucho tiempo, hubo mucho respeto, mucho trabajo y muchas horas para hacerlo lo mejor posible. También meterme mucho en las actividades físicas de estos personajes para hacerlos con autenticidad, todos los trabajos de la zona, de la fábrica, de ir a las bateas, todo me lo tomé muy en serio y salí a practicar muchos días con ellas.
¿Cómo influyeron las locaciones gallegas en la filmación de 'Matria'?
Sí, porque al final estar metido en el ambiente del personaje también construye al personaje. Para mí era muy importante habitar todos los espacios que luego se iban a ver en la película.
Siendo el primer largometraje de Álvaro Gago, ¿Cómo fue colaborar con él, considerando su éxito con el cortometraje homónimo en Sundance?
Fue un regalo, nosotros ya habíamos trabajado juntos, él cómo montador en una película que se llama 'Trote' de Xacio Baño y ahí nos conocimos. Nos encantamos mutuamente, queríamos currar juntos. Yo había visto sus cortos, me encantaban, sabia con el compromiso y rigor con el que trabajaba. Él es muy generoso, así que me sentí co-creadora de la película. Me dio todo el lugar y el espacio para poder proponer, para crear libremente y, aunque el tenía mucho trabajo de fondo porque tenía tres años trabajando con el guion, me dio el lugar para construir el personaje como yo lo veía también. Quiero resaltarlo porque es un director muy generoso con todo el equipo.
Tras participar en festivales como Berlinale y el Festival de Málaga, ¿Cómo te sientes al ver la recepción de la audiencia tras el estreno en cines?
Fue muy gratificante porque la gente se sintió muy identificada con la película. Nos llegaron muchísimos comentarios y agradecimientos de muchísimas mujeres que se sentían identificadas por haberlas representado y visibilizado. Fue muy emotivo porque al final una historia tan concreta y localizada en un sitio tan concreto puede llegar a tantas mujeres de distintos sitios.
Eres ganadora del Biznaga de Oro y nominada a premios como los Forqué y los Goya ¿cómo manejas la presión que acompañan estos reconocimientos? ¿Cómo te preparas para los Premios Goya?
Bueno, me preparo con ilusión, dándole el justo valor, porque yo creo que hay muchísimos trabajos merecedores de estar ahí, que no están y entonces me lo tomo con gratitud y agradecimiento, pero también con cautela porque significa ilusión y el esfuerzo este en concreto, pero que al final la vida sigue. Pero contenta y sobre todo porque es una peli pequeñita, en gallego y que haya trascendido, me parece un orgullo para la película y el cine gallego.
Si pudieras dar un consejo a los soñadores allá afuera, ¿Cuál sería?
No me gusta mucho dar consejos, pero si tuviese que dar un consejo, es que los sueños se trabajan, los sueños se trabajan con esfuerzo día a día y aun así no se cumplen, pero hay que lucharlos para cambiar este mundo que no es justo con los méritos, pero que hay que darle la vuelta. Intentar luchando que se consiga que todo el mundo tenga las mismas oportunidades.
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